viernes, 30 de enero de 2015

Cucharachas y otros viajes.

Realmente no creo que alguno de ustedes entienda una mierda de lo que escribo y de lo que pienso, es un blog tan egocéntrico ya que sólo hablo de mí pero me da lo mismo, para esto lo hice, para decir lo que siempre me guardo y se queda en mi mente.

Hace algunos días, creo que tres (la verdad no tengo memoria de qué día o qué fecha) estaba parcialmente tranquila y muy feliz sintiendo la sensación del hambre, sabía que tenía que cambiar las sábanas a mi cama y así me dispuse a hacerlo, cuando al estar acomodándola todo cambio de la nada.
En un principio creí que sólo había visto mal, pero luego comencé a ver más y más... eran animales, cucarachas que salían de todas las paredes de mi cuarto, ¡por Dios! ¡cucarachas! y yo ahí parada volteando de un lado a otro tratando de que no me siguieran, sí porque ese era mi único temor que me siguieran los animales. 
Estaba a punto de entrar en un ataque nervioso cuándo me di cuenta de que tal cantidad de animales por las paredes era muy ANORMAL, así que respiré lo más profundo que pude, me senté en la orilla de la cama y se fueron, no estaban más ahí esos cientos o miles de cucarachas que lo único que querían era dañar mi integridad.

Es raro pero me suele suceder, sobre todo cuándo tengo alrededor de dos meses sin tomar el antipsicótico.

Igual esta semana, salí a dar una caminada por la playa, llevaba los audífonos puestos así que no podía escuchar realmente nada, me concentro mucho cuando camino, es una de las cosas que más me gusta hacer en solitario, caminar y caminar hasta que mis pies se queden cansados... pero tengo que ir siempre mirando hacia atrás de mí, siempre tengo que voltear, de manera muy muy seguida, asegurarme de que nadie o nada me está siguiendo, o tal vez que "nada" sí me sigue pero no me quiere hacer daño ni quiere violarme o secuestrarme o hacer algún acto de sodomía conmigo.

Ojalá mi terapeuta se diera el tiempo de escuchar lo que yo realmente quiero decir, no lo que ella quiere escuchar, que si a esas vamos pues nunca lo tendrá.

Extraño mucho a mi mejor amigo y no es que yo lo tenga muy cerca de mí y salgamos todo el maldito tiempo, está muy lejos, pero extraño hablar con él, sentirme cercana a alguien, saber que de verdad le importo a alguien, o que al menos mi existencia tiene sentido para una sola persona. Creo que eso me haría sentir mejor. No es cómo si me estuviera sintiendo la mejor cosa del mundo, para nada.

Sólo estoy sola.

martes, 27 de enero de 2015

Wonderwall

Es un poco incómodo el momento en el que sabes lo que te está sucediendo, pero aún así no te importa un carajo que todo pueda irse por el caño.

Y eso me sucede.

La verdad es que de todo lo que estoy sintiendo, sólo puedo pensar en él... tan diferente, tan presente de una extraña forma en mi vida, es simplemente lo que me hace ser mejor, lo que detiene mis impulsos, hace que cuestione mi vida, si de verdad estoy siguiendo el camino correcto, si soy la persona que siempre quise ser.

Puede ser tantas cosas, es la única cura que encuentro para poder calmar a mis demonios, es lo más cerca que he estado de sentirme tranquila, libre de tanta mierda, sin la preocupación de tener que agradarle a alguien más porque la verdadera persona que soy, la que está hecha pedazos sale y no tiene miedo de nada, ni siquiera de cortarlo con mis trozos porque él es resistente, no juzga, no dice nada, sólo está ahí y eso es lo único que realmente importa.

A la distancia, en su espacio, pero para mí está. Sin que hablemos, sólo existiendo.

Aunque no sepa nada de él, y parezca una maniaca obsesiva, una acosadora, nada cambiará las cosas que me ha hecho sentir y de que forma contribuye para que yo sea la persona que siempre he soñado ser.

Creo que estaría perdida si no lo hubiera encontrado aquel día, si no lo hubiese mirado ese primer día, si él no me hubiese hecho sentir que valía la pena vivir la vida, que estaba mal hacerme daño a mí misma, me ha dado las lecciones más valiosas en los últimos dos años y eso que apenas y hemos charlado unas cuantas veces.

Y lo admito con todas las letras: Él es un estúpido, por querer vivir su vida de esa manera, por tener sus espacios y hacer las cosas a su manera.

Incluso yo misma reconozco que me siento enferma de tanta gente, me gusta estar sola, prefiero estar sola pero tengo miedo de la soledad... salir de mi caverna un día y no encontrar alguien a quién mirar y con quién compartir un poco de mí misma, alguien a quién no ver sonreír para mí, eso es a lo que realmente le tengo miedo, porque siempre me encierro a mí misma, no me dejo salir, ni siquiera soy yo misma con los demás, tengo esa máscara de chica sociable y alegre con todo el mundo, pero es agotador, es exhausto tener que sonreír hasta que me duela la boca... no tener tiempo para respirar, no poder sentarme a reflexionar, a divagar, a ahondar en mi propia imaginación, y llegar al lugar al que vivo y querer encerrarme porque todo eso me dejó cansada, sin energías de nada, sin estar escuchando a gente hablar, sólo yo misma con mis pedazos tirados por todos lados.

He tratado de hacer las cosas a mí manera, a veces busco el alcohol para olvidar, en otras son drogas, a veces mezclo medicamentos con alcohol para dejar mi mente descansar, perder la conciencia de lo que soy y simplemente estar, sin demonios, sin dolor, sin preocupaciones, pero no es que yo tenga un problema con el alcohol y con mi manera de beber, tú eres quién no está al mismo nivel que yo.

Y toda la lástima que pueda tener por alguien, es en realidad el más cruel de mis reflejos, porque no estoy sintiéndolo por él o por ella... sino por mí misma. Así soy, me tengo lástima, me guardo rencor, me odio más que a nadie, más que a nada y mejor que ninguno. Yo soy realmente incapaz de odiar a alguien más que no sea yo, no puedo herir a nadie más que no sea yo, porque para eso me programé, así crecí, así me forme, mi mente trabaja de esa forma.

Cada vez que alguien me pregunta por qué me corto, les tengo una respuesta muy simple: ¿por qué bebe un alcohólico? ¿por qué un drogadicto sigue consumiendo? si haces la analogía te das cuenta de cortarse, beber o drogarse no son cosas muy distintas, ambas hacen daño a la persona que las lleva a cabo, porque ambas tienen algo de lo que quieren deshacerse, y en el peor de los casos es de ellos mismos.

Estoy ansiosa por verlo, quizás le dé un abrazo por su cumpleaños en marzo, o quizá lo haga cuando lo vea en febrero.

Pero una cosa es segura: él está ahí, siendo mi wonderwall.

viernes, 23 de enero de 2015

Una nota.

Ya he estado en este sitio oscuro antes, casi cometí el mayor error, pero ¿cuál era el error? ¿cortarme a mí misma primero? ¿o no cortar demasiado profundo?
Lo siento mucho.
Siento haberlo jodido todo, no tengo hambre, por primera vez en meses no me importa la comida, no me importa llenar el vacío comiendo, o hiriéndome un poco, ahora el vacío es demasiado grande.
He intentado ser alguien que le gustara a todo el mundo, pero no importa cuan fuerte lo intente, siempre seré la misma masa amorfa ridícula y sin sentido, siempre haré daño a las personas, y siempre decepcionaré a las personas.
Lo siento tanto.
Me odio más de lo que jamás pude amar a alguien, y supongo que sí he conseguido algo, he escrito la nota de suicidio más aburrida de la historia.

jueves, 22 de enero de 2015

Matices Grises

Hace algún tiempo escribí esto en una hoja blanca con tinta fluorescente rosada, no lo terminé y lo que comenzó como una queja de las cosas que no me gustan de él, resultan siendo todos los motivos y las razones por las cuales, a casi dos años, sigo enamorada cómo cuando lo vi por primera vez.

Y reza así...

Tonto, déspota, prepotente, estúpido, frío, cruel, bestia descorazonada, campo minado, hiriente, hedonista, individualista.

Tienes miedo de vivir, miedo de sentir, miedo de querer, de ser querido, no tienes autoestima, haces creer a los demás que no te importa lo que te digan, crees tener complejo de superioridad pero en realidad te sientes pequeño y que no mereces nada.

Eres apático, asocial y molesto; tu silencio perturba, juzgas a la gente creyendo que tienes los motivos necesarios, vas por la vida ignorando lo que te molesta. Prefieres una vida "Sin problemas" cuando lo único que haces es huir de ellos, quieres una existencia tranquila "sin muchas emociones" porque no sabes cómo enfrentarlas.

Ahuyentas a todo lo que se acerca a ti, porque no quieres que sepa que eres sensible, ocultas tu mayor preocupación: Tu familia, dices dar todo por los que amas, pero no sabes cómo amar y por eso desprecias a quiénes lo hacen, no has aprendido a dar, reconocer y sentir amor porque crees que no lo mereces.

...

En la hoja blanca se ve mucho más grande el escrito, de hecho es una cuartilla completa, debe ser por el tamaño de la letra que al final se ha hecho tan poquito. De cualquier forma, más que odiar eso de él, es lo que me hace quererlo, siempre hemos sido reflejo uno del otro, vemos en nosotros mismos lo que no podemos hacer, lo que siempre hemos querido y no podemos obtener por culpa de nuestros miedos y personalidades.

A pesar de ser distintos, él es semejante a mí y yo semejante a él, no creo que sea la personalidad, no es el cáracter, ni la manera de ser, son nuestras almas, las que se tenían que encontrar para repelerse. Siempre voy a creer que es por eso que se aleja tanto de mí, porque tiene miedo de encontrarse consigo mismo, con la verdad que quiere ocultar, con aquello que no quiere ser, pero en el fondo siempre ha sido.


domingo, 18 de enero de 2015

Purgas, sólo eso.

Mi días no han sido normales, entre la abismal soledad en la que me encuentro, ese desnivel en mi ánimo, esa nulidad de querer levantarme cada día.

Y es que no es sólo eso, sino que siempre encuentran motivos para decir que yo "Debo ser feliz" pero la verdad es que viviendo en una casa con personas disfuncionales, sin un amigo o persona cercana que tenga la amabilidad de preguntarme desinteresadamente si estoy bien.

No pasa nada, de hecho lo único que pasa es lo siguiente:
Supongamos que sólo me alimento de dos hojas de lechuga al día, cuando me lo merezco como un pepino, un vaso de agua y se acabó. No hay más, sólo eso para todo mi día. Pero entre tanta soledad, sólo puedo pensar en comida y no es hambre, porque no me apetece comer, sólo bajo, busco comida, me atasco, la vomito y me siento mejor.
A veces pienso que a pesar de todo, la comida es mi eneamiga. Lo he estado haciendo unas tres veces al día, vomito hasta escupir bilis, hasta sentir ese sabor amargo en mi boca, hasta que me arde el pecho de tanto hacerlo. 

Y sólo así encuentro la calma.

No encuentro ánimos para nada, quisiera vivir y dejar de llorar, quisiera que la idea de cortarme dejara de pasar por mi maldita cabeza, porque siempre que me dicen algo, en mi mente doy respuestas... pero en realidad siempre me quedo callada. No salgo de mi habitación, no me he bañado en tres días, la idea de hacerlo llega a mí pero simplemente no es algo que yo pueda hacer, porque mi cuerpo me lo impide, porque mi nulidad está ahí.

No salgo, no me dejo ver, no me contacto con la gente, tampoco tengo muchas intenciones de hacerlo. Creo que la gente me molesta más de lo que puede ayudarme, es cómo una alergia que tengo. 

Iugh, gente.

Todo lo demás, me vale madre.


sábado, 17 de enero de 2015

Los desvelos, el insomnio, la ira, el odio, la soledad.

Son las 3:55 am y yo sigo despierta.

He tenido semanas muy pesadas, en las que definitivamente no puedo dormir, en serio, les juro que no tengo sueño, estoy fresca como lechuga, para mí es como si fueran las 2 de a tarde, no sé que le pasa a mi cuerpo, debe ser la temporada de manía lo que me tiene así.

Porque no todo es color de rosa, los días que logro dormir, generalmente son aquellos en los que me la he pasado llorando, porque sí, he tenido ideas, pensamientos y hasta arranques en los que intento matarme. Fatal error.

Particularmente me siento brutalmente sola, sin un amigo o alguien a quién pueda compartirle lo que siento, lo que pienso o las ideas que me ofuscan la mentalidad. Me siento mucho más abandonada de lo normal, me tiro todo el día encerrada en mi cuarto, sin bajar a convivir con las demás personas, y es que la verdad no me interesa convivir con los que viven conmigo, ellos no entienden lo que siento.

He tenido momentos en los que sólo quisiera trabar mi puerta con el ropero para que nadie pueda entrar y salir de ahí hasta que yo me sienta lista. No comer, no escuchar a nadie que no sea a mí misma, destruir todo y volverlo a componer, pero no puedo, sólo queda en eso en uno de los tantos miles de pensamientos que me llegan, aunque claro, éste es mucho más común.

Es triste no tener conmigo a alguien a quién pueda compartirle lo que siento, en realidad eso es lo que me tiene un poco decaída, mi mejor amigo está muy ocupado, mi mejor amiga tiene una vida independiente, la persona que amaba y que estaba charlando conmigo todos los días, ya no está más conmigo. Y todo esto me crea vacíos emocionales, llenos de desesperación, dónde mi único recurso es la fantasía.

Además, voy de camino a una posible y pronta recaída en mi problema con la comida. Creo que ya he perdido el suficiente peso cómo para qué el pantalón se me baje sin necesidad de quitarle el botón, estoy en temporadas de ayuno, a veces hago una comida al día, y por comida me refiero a brócoli, lechuga y agua; si bien me va como un medallón de pechuga de pollo asado, y sólo eso para TODO el día, sí soy floja, no me he matado haciendo ejercicio pero quiero ver que pasa sí sólo comienzo a bajar de peso así nada más. ¿Meta de este año? 43 kilogramos.

Y es que hoy tenía ojos de atracón, en serio, no me dí cuenta de lo que hacía, sólo comer, comer y comer como si alguien me lo ordenara, comer sin fijarme de las calorías, comer como si el tiempo para hacerlo se me terminara, hacerlo hasta que no me entrara nada más en la boca. Por supuesto que no me quedé con todo eso metido en el estómago, ¡claro que no!, no podía arruinar mi prefecto día de verduritas con todo lo que me acababa de comer así que me fui directo al baño y lo saqué todo, todo, todo. Fue relajante, ahí no sólo estaba esa comida, esa desesperación, ese miedo, estaba también mi soledad y mis ganas de ser escuchada.

Además, tome un laxante.

Sé que tengo que retomar los medicamentos porque ya traigo de nuevo mis ideas de paranoia y por lo mismo tengo éste episodio de manía pero es que no me gusta adaptarme de nuevo a la rutina de tomarlos.

La próxima semana aunque me cueste, me pondré a estudiar para mi examen de la facultad de medicina, dejaré la ingeniería y me haré médico psiquiatra, así que algo debo de hacer con mi vida en lo que la escuela comienza.

Se me desmorona el mundo, quiero morir y no puedo, quiero desaparecer y no sucede, así que sólo trataré de seguir pasando desapercibida entre éste montón de personas que conformamos el mundo.

De suerte que el martes veré a mi terapeuta.

miércoles, 14 de enero de 2015

Friday i'm in Love.

Hoy es uno de esos típicos días en los que su recuerdo me viene a la memoria.
Y aunque al día de hoy ya no recuerdo el sonido de su voz, sé que sí él me hablara, yo correría cuál niña al ver a su padre que regresa de un viaje.

Han pasado ya dos meses de su ausencia, y joder que me duelen como si fuera el primero desde su adiós.
¿Por qué tuve que darle todo? ¿Por qué me tuve que enamorar así? a veces no comprendo la razón por la que me perdía en sus ojos, los motivos por los que sus brazos eran mi hogar y sólo estando junto a él, sentía que estaba con mi única familia.

Y hoy gracias a un amigo me entero que estás bien, que aunque estás buscando un nuevo trabajo, vives bien y la pasas tranquilo. Eso me hace pensar que todo ese tiempo que demoraste sin encontrar un empleo, ese tiempo en el que realmente la pasabas realmente mal era por mí, porque yo significaba una presión para ti.

Ojalá hubiera sido todo lo contrario, ojalá en vez de hacerte sentir presionado hubiera sido fuente de apoyo para ti, pero lo más triste mi querido es que el hubiera no existe y entonces nada de esto es posible.

Si me dieran la oportunidad de regresar el tiempo al primer día en el que tú y yo hablamos, a aquel 26 de julio, sin dudas la aceptaría, aunque tuviera que perder algo a cambio de esa oportunidad, lo haría, porque así enmendaría todos y cada uno de mis errores.

Y sobre todo, así te haría sentir muy querido, no haría de ti un capítulo corto en mi vida, serías la historia completa de mi ser, el que compartiría cada momento bueno y malo, cada triunfo y derrota que me topara en el camino, el que me apoyara en las decisiones buenas y me diera su opinión de las malas.

Aún sigo pensando que por una tontería mía te deje ir, tal vez somos muy jóvenes para amarnos y esa clase de cariño estaba prohibido para nosotros, o fuimos sólo una broma del destino, algo destinado a vivir en los recuerdos de juventud.

Puede incluso que yo sea una más en tu larga lista de novias, pero tú para mí siempre serás ese único especial, al que le dí todo lo que tenía, al que le ofrecí más de lo que debí y por el que hice siempre todo lo que pude para verlo sonreír.

Porque eso era lo que más me gustaba de ti, tu sonrisa y tus ojos soñadores, piel porcelana y nariz de bolita. Si tuviera que decirlo en una sola palabra sería Perfecto.

Porque a tu lado aprendí nuevas formas de amar, porque descubrí que con un beso se puede sanar el alma y cerrar una herida. Porque cuando vi lágrimas y mi mundo se detuvo, todo se enfocó en ti y me hizo saber que no me estaba equivocando, y si lo estaba haciendo no me importó porque a tu lado todo se sentía bien.

Fuiste el único que tuvo valor de besar esas cicatrices del infierno que tengo, no me juzgaste por ser la 1 de cada 100 personas, no, a ti no te importó, porque tu viste más allá de eso, aunque al final de todo argumentaras que no podías estar conmigo porque no soportabas que yo me hiciera daño.

Gracias por llenar mi vida de luz por unos instantes, luego de 2 años y medio de oscuridad, me diste los 4 meses más iluminados de mi vida.

Si alguien puede enseñarle esto, por favor hágalo, quiero que él lea y sepa que sigo perdida, total, asquerosa, cutre, retorcida e innegablemente enamorada de él.


viernes, 9 de enero de 2015

Está bien, es amor.

Esta semana terminé de ver un drama que lleva por nombre "It's Ok, It's Love", lo escogí porque llevaba temática médica y sobre todo por que toca el tema de la psiquiatría así que sin darme cuenta me embarqué en una fascinante aventura.



Protagonizado por una de mis actrices favoritas, Gong Hyo Jin; decidí verlo ya que yo misma he decidido que quiero dedicarme a la psiquiatría, por lo cual abandonaré la ingeniería y pensé que verlo sería fuente de inspiración y motivación para mí.
Mi sorpresa fue que mezclaba el factor del amor y me lo suponía, pero no me imaginaba a que grado.
La historia comienza a ponerse interesante cuando la psiquiatra se enamora de un escritor con TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) e incluso ella tiene un trastorno de ansiedad, que le impide ser capaz de estar en una relación sentimental con los hombres.
El caso es que este escritor, se le mete de a poco en su cabeza, hasta conquistar su corazón de una forma poco usual, siendo así que comienzan a salir.


Y todo en la relación iba viento en popa, pero como en los dramas, algo tiene que salir mal.
Dando como resultado que, nuestro escritor favorito... es esquizofrénico, (deducción que puedes hacer si tienes conocimientos básicos sobre psiquiatría) debido a su pasado traumático lleno de violencia por parte de su padrastro y hermano.
Es así que marcado por un suceso traumático que involucra a su madre como la causante de la muerte del padrastro y que hace quedar a su hermano como asesino, al sentir tanta culpabilidad, su mente crea a un joven que tiene unos 14 o 15 años y que va en segundo de secundaria. Se presenta como un admirador, y le dice que quiere escribir... claro que el autor y esta alucinación tienen 3 años de conocerse, llegando al grado en que se vuelve más recurrente y comienza a interferir de cierta forma en su vida diaria.
Pero ninguna alucinación es buena, ya que ésta, fue creada debido a la gran culpabilidad que él sentía, por lo que es una forma de autolesión y quiere llevarlo a un sólo punto: el suicidio.

Es así que nuestros personajes, atraviesan por una dura etapa, mientras él está internado en el área de enfermos mentales, en recuperación, tratando de reconocer qué es real y que es una alucinación. Como era de esperarse, él ha vivido por tanto tiempo con su alucinación que insiste en que es real y que existe.

Tiene uno de los finales que más me han gustado.


Lo considero fresco, alegre, divertido, romántico e instructivo; de alguna forma, la serie trata de eliminar el estigma que reciben los enfermos mentales, que no todos son "locos" y que pueden llevar una vida normal si es que siguen su tratamiento.
Presentan a las enfermedades mentales con una analogía muy simple: como si fuera una enfermedad del corazón, o como si fuera cáncer, el paciente puede lograr recuperarse y ser dado de alta, pero tiene que llevar un control sobre el mismo mal, para que no regrese y no tenga alguna recaída.
Nada lejos de la realidad.



Mientras lo veía, no pude evitar acordarme del esquizoide, incluso de mí misma.
Tiene uno de los mejores OST que he escuchado, canciones pegadizas, que fueron puestas en las escenas correctas y por consiguiente, me hicieron derramar lágrimas.
Al escucharlas de nuevo, no es que recuerde las escenas del drama, más bien veo escenarios de mi vida, cosas que sucedieron o que me gustaría que pasaran.
La mayoría, fantasías con la persona que quiero, en otras pocas, recuerdos de la persona que tanto quise.
Pero, al final de cuentas, se vale soñar.

Me iré por la vida, a prepararme para ser psiquiatra y quién sabe, a lo mejor vistiendo bata blanca, él se enamore de mí.
Creo que una de las lecciones que me deja el drama, es que no debemos sacrificar nuestros propios sueños sólo por el "amor" a alguien más, si esa persona nos ama, entonces será paciente y comprenderá nuestro sueño, esperará por nosotros y será comprensiva, nunca hará sólo su voluntad.

Entonces, teniendo una nueva perspectiva del amor, me iré a preparar; esperando tener la suerte algún día de que él me acepte a mí.

martes, 6 de enero de 2015

Una contusión


Mis primeros días del año han estado marcados por los últimos del año que terminó.
Para empezar, me quedé sin la persona que más quería, en realidad me botó bajo términos que desconozco, y no es que no me duela pero simplemente ya me sequé de tanto llorar pensando en lo que pudo haber sido y no fue. Murió.

Los medicamentos me tenían realmente fatal.
Y con esto me refiero a que el valproato semisódico, me ayuda a regular mi esto de ánimo, gracias a él me encuentro más estable y los períodos de Manía-Depresión pasan desapercibidos, no estoy alegre pero tampoco enojada, o triste... sólo insípida. Al tener que tomarla en las mañanas y en las noches me quedé en un completo estado de zombieficación.
Nada me inmutaba. Al contrario andaba más muerta que nunca, me podrías haber gritado cuanto quisieras y ni el menor de los males te iba a desear.
Comencé a tener problemas del sueño, me costaba trabajo dormir y cuando por fin lo conseguía, me despertaba a las pocas horas, muy espantada y casi en pánico, era tanto que volverme a dormir me costaba más trabajo que antes y en ocasiones no resultaba posible volver a hacerlo, en consecuencia, comencé a quedarme dormida de día.
Estaba sentada y me dormía, parada, en el baño, en donde sea, si no tenía nada que hacer, me subía a dormir horas, para despertarme, comer y volver a dormir. Y así sucesivamente.
Me habían subido la dosis del antipsicótico: 2 por la noche.
Ahora imagínate, tomando dos antipsicóticos más el regulador del estado de ánimo, quedaba fulminada.
Me resultaba imposible continuar viviendo así.

Decidí suspenderlos porque se acercaba navidad y no quería andar toda zombie en esa fecha, aparte deseaba consumir vino y mezclar psicotrópicos con alcohol no es muy buena idea. Creí que sólo serían 3 días y ya.... pasaron más de 15 días para que yo pudiera volver a ingerir una pastilla.

Me cuesta trabajo acostumbrarme a tomarlas y cuando las dejo, ya no las quiero de vuelta.

Pero la verdad es que resulta necesario que las tome, comienzo a tener mis delirios de que soy perseguida, observada y controlada. Añado a eso que tengo etapas, días, semanas (o como quieras llamarle) de manía, dónde ando irritada, enojada, enérgica, con ganas de romper todo, con excesivo ánimo, cuando creo que de verdad puedo con el mundo, para que un día por un comentario, una canción o simplemente de la nada esté hundida en la más cutre de las depresiones y puedo demorar días o hasta un mes si es que se me place...de ahí conozco el período de calma en el que salí y no ando ni muy viva ni muy muerta... para dar paso a la manía dónde nuevamente presento insomnios y cosas así.

Mi período depresivo es diferente, a veces, sólo me dedico a comer (y vomitar) y engordo. Hay otras veces en las que simplemente no me levanto ni a probar bocado y pierdo peso y ya no sé si es que me da depresión estar tan obesa o por ser obesa es que tengo depresión.

Con frecuencia, busco navajas, sólo las consigo, las miro, las rozo por mi piel y las guardo.
considero que cortarme no es lo que estoy buscando, la sangre saliendo de mi cuerpo no es lo más importante para mí, eso no me va a calmar.

Pero lo más feo es tener que vivir en un lugar donde a la gente sólo le importa su perfecta vida, su dulce mundo de caramelo dónde nadie sufre y todos somos perfectos y no tenemos nada malo.
Ajá.
Como si de verdad les interesara saber que estoy hasta las 6:30 Am en mi cama viendo el techo y rascándome la cabeza hasta que me arde y no me puedo ni rozar con la llema de los dedos, hasta que fruncir el ceño me resulta doloroso.

No sé si para ellos verme así valga la pena, no es como si de verdad estuvieran muy interesados. Me pregunto yo: ¿si hago lo que quieren que haga, dejarán de molestarme la existencia? cada día que pasa los odio más.

Debería volverme indiferente, ellos quieren que haga lo que ellos quieren que haga. ¿Acaso creen que pueden decidir sobre mí tan fácilmente?. No lo sé.

Son gente que con el menor de los comentarios, se siente ofendido. Y me insultan de la peor manera que pueden encontrar: comparándome con mi mamá. Oh sí.

"Mírala, es grosera, igualita a la madre"

Creo que por dentro eso me pudre más que cualquier cosa. Para las mujeres normales y que tuvieron la mejor madre del mundo, sería bueno si les dijeran eso, pero para mí que tuve al peor ejemplo a seguir y que me abandonó... Nope. 

De hecho me esfuerzo mucho por no parecerme a ella y por más que lo quiero lograr, no parecen notarlo. A nadie parece no importarle (de nuevo) que yo no me parezca a ella. Somos diferentes, yo me estoy momificando con cada año que pasa, y ella sólo se hace cada vez menor mentalmente, un día pensará como un bebé de 3 años, yo lo sé.

Llegué al extremo de que sacarle la navaja a cada sacapuntas no me redituaba, era mucha la demanda, comencé a comprar más navajas y así poder armar mi propia colección, por eso de las dudas, para poder cuidarme.

Me estoy cagando del sueño.
Te desearía feliz año nuevo, pero no te lo mereces.

De lo que le conté a mi psiquiatra y otras cosas.

Resumen del sábado 8 de noviembre del 2014.
*Basado en los pocos recuerdos que tengo de la fecha y en recopilación.
Recuerdo que estaba de tarde, todavía había claridad, quizá eran las 4 ó 5, de repente todo fue llanto, comencé a llorar de manera alterada, de forma muy desconsolada y nerviosa, giraba en mi cama por el dolor que me producía aquel llanto.
Subió mi hermano menor a verme, me preguntó si estaba bien, le pedí que se fuera.
Continué llorando.
Bajé y busqué en la alacena pastillas, era clonazepam, me tome una tira completa, quizá más, quizá menos.
Tenía intenciones de dormir para siempre.
*me duele la cabeza mientras intento recordar*
Sólo sé que era de noche, entablé una videollamada con un amigo en zacatecas, todavía estaba consciente, le lloraba por algo.
Fin de la videollamada...
Recuerdo que luego entablé videollamada con mi novio.
En lo que él recuerda:
hacía caras que no eran normales, mis ojos se ponían en blanco, me notaba triste.
Luego lloraba, luego decía cosas que no tenían sentido.
No era yo misma, según él.

De ahí recuerdo que había gritos, alguien exigía mi muerte.
Luego alguien me llevó a urgencias, recuerdo un doctor haciéndome preguntas, unas enfermeras hablando.
Me tomaron la presión.
De ahí recuerdo a alguien ofreciéndome helado, me recuerdo a mí misma comiendo un chocolate.
Regresé a la videollamada con mi novio.
No decía nada, sólo escribía incoherencias.
He revisado el historial, nada de lo que decía tenía el menor de los sentidos.
Esribía con faltas de ortografía, eso no es normal en mi.
Finalmente me recuerdo dormida.

9 de Noviembre de 2014.
Al día siguiente desperté temprano, me vestí, fui al supermercado.
No sabía realmente hacia dónde ir, o cómo cruzar una calle.
Estuve a punto de caerme al piso.
Logré adquirir el producto que buscaba. Era un zombie.
Regresé a mi casa, me acosté en la cama mirando el techo.
Estuve así unas 2 horas.
Llegó mi novio, me cambié de ropa, no recuerdo por qué, se supone que ya me había arreglado.
Según él, me notó "drogada", me costaba trabajo responder.
Reía por cualquier cosa.
No comprendía bien las cosas a la primera.
Con el pasar de las horas fui haciéndome yo misma de nuevo.

16 de Noviembre de 2014.
Me notó inestable, generalmente me encuentro irritada y paso de la alegría a la tristeza.
Siento deseos de automutilarme, sin embargo no encuentro nada con que hacerlo.
Pienso en ingerir alcohol, pero como no consigo autorización, como 1 litro de helado.
Me auto induzco el vómito.
Estado de apatía la mayor parte del día.
Sólo me interesa estar encerrada, hay visitas en casa, llegan niños, eso me pone de mal humor.
Decido encerrarme en mi cuarto durante horas.
Bajo a comer, recibo críticas malas, quiero romper en llanto, me atraganto de comida.
Subo de nuevo a encerrarme en mi cuarto.
Permanezco ahí todo lo que resta de la tarde hasta la noche.

En general, me noto extraña, a veces siento que algo se quiere apoderar de mi cuerpo, pero no lo dejo.
Tuve contacto con iván, una de las personas que me molesta, el día 2 de noviembre, fue cosa del otro mundo, una pequeña discusión porque iba a salir con mi novio y no quería dejarme ir.
Puedo estar bien, pero si alguien me llama cuando estoy concentrada en otra cosa, me irrito con facilidad.
Ante la menor de las provocaciones me vuelvo brusca, y estoy huraña.
También hay días en los que estoy demasiado alegre, pero por las tarde, tengo mucha ansiedad, mucho miedo.
Hay días en los que no quisiera levantarme, sólo quiero desaparecer, sigo teniendo envidia de las personas que tienen enfermedades terminales, ellos pueden morir, yo no.
Y aunque quiero estar muerta, también quiero estar viva, ahora quiero tener una familia, quiero seguir estable con la persona que estoy ahora, ella sabe que no estoy tan bien como quisiera.
Mi familia no entiende que no me interesa bañarme, o arreglarme. Insisten mucho en que yo tenga un aspecto más femenino, más limpio. A mi en realidad no me interesa ninguna de esas dos cosas, sólo quiero bañarme hasta que yo considere que tengo ganas de hacerlo, no cuando ellos digan. Lo hago por convención social.
Me desespera no tener un objeto con el cuál pueda auto mutilarme. Eso me da mucha ansiedad, busco lastimarme de otras formas. Lucho por evitarlo, la persona que me ama, sufre si me hago daño.
Disfruto menos de la música, puedo escucharla un rato, a los quince o veinte minutos, la quito.
Me ofusca escuchar música. No la tolero. Invade mi mente. Lo detesto.
Siento impulso por gastar cantidades de dinero, tuve una cantidad considerable en mis manos y por simples ganas, decidí deshacerme de él, el arrepentimiento llega muy pronto. Sensación de culpabilidad.

23 de noviembre de 2014.
Molestia, mucha molestia, en grandes cantidades. Irritada, estoy irritada.
No tengo deseos de ver a nadie, no quiero que nadie me hable, me contengo de gritarle a todo el mundo.
Sola, sólo quiero estar sola; pero con esta gente ruidosa es imposible.
"familia" no quiero ser parte de esto, no me agrada la idea de llamarle a esto hogar.
BTW, iré a encerrarme en mi cuarto, es domingo, es día de no salir de mi cueva.
Siento tanto malestar e irritación en el cuerpo que podría ahogarme en eso.
Mataría al que sea.

He estado sintiendo estos últimos días, que soy observada, esa sensación aumentó más de lo normal.
que soy perseguida por algo que me quiere muerta, incluso dentro de mi casa es donde más en peligro estoy.
Tengo constante necesidad de gritar como loca, pero no lo hago, sólo en mi mente sucede.
Mi mente es el mayor resguardo que tengo, ahí nadie entra y nadie puede saber que es lo que pasa.
Es mi lugar seguro.
No dejan de molestarme, me irritan con sus voces. Extraño, nublado, soleado.
Que duro es sentir ganas de morir y no poder hacerlo, tener el impulso de querer cortarte algo y no poder hacerlo.
Morir, morir, morir; sólo quiero morir. No existir, no escuchar más ruidos.
Desearía poder llorar, pero no puedo. Es como si estuviera seca. Incluso mi propio dolor me es indiferente.

Domingo 23 de noviembre/madrugada del 24 de noviembre.
No, no tuve una ruptura amorosa, no fue nada de eso. Estaba haciendo un maratón de películas y luego comenzó todo...
Iván estaba ahí, detrás del librero, observándome, no me quitaba la mirada de encima, y luego comenzó a hablar.
Decía que mis problemas eran porque soy demasiado tonta, demasiado estúpida, demasiado fea y demasiado gorda para que alguien me pudiera querer tal como soy.
Y luego trajo a las demás, llegó ella a reírse de mí... no tiene nombre pero estaba ahí, recordándome lo obesa que soy, lo fea que me veo.
Y él comenzó su ataque. "Me va a matar" era lo único que podía pensar en ese momento, había sacado sus armas para lastimarme; "Hazlo" me decía, "se que quieres" y lo deseaba, quería hacerlo, tenía que hacerlo... pero yo era más fuerte que él, no tenía porque hacerme daño, y él insistía, y si no lo hacía, me iba a matar... y su tipo de muerte es lenta, es dolorosa... es sólo vacío emocional, es una muerte de dolor, algo que me atraviesa el pecho, es como morirte en vida, como el beso del dementor... elimina tu felicidad.

Al día siguiente seguía llorando, estaba mal, tenía miedo pero sobre todo estaba hueca, me había quedado sin nada.
Sólo queria sentir el peor dolor del mundo, y al contrario, estaría agradecida de haberlo sentido, era mejor que lo que estaba sintiendo en ese momento, que la nada que pasaba por mi mente, era mil veces mejor que me rompieran las piernas, y tuve que hacerlo. Seis veces para mi brazo izquierdo, 14 veces para mi pierna derecha, no había más.
No existía el dolor, sólo había paz en mi alma, sangre brotando sin parar, todo era tranquilidad, porque muy en el fondo sabía que todo a partir de ese momento estaría mejor, que nada atormentaría mi alma, más que el dolor de las heridas.

Después de eso, he ido reconstruyendo los pedazos que iván dejó de mí, tratando de pegar con cinta lo que por tanto y tanto tiempo he pegado. Tengo momentos de alegría vacía, tengo temblores seguidos en el cuerpo, momentos en los que me voy, en los que me hundo en la nada que soy, porque parezco un bichito que quiere crecer, siento como es que cada día me van cortando las alas, como es que me desangro y me voy pudriendo sola. Por qué a pesar de los momentos de felicidad y alegría que tengo, no me basta para poder salir del agujero en el que caí, ir por la vida sin saber que clase de persona soy, mirarme al espejo todos los días y preguntarme si lo que veo es real.

Tengo momentos llenos de ira, en los que quiero descargar todo encima de mí, en los que sólo quiero ahogarme, o en los que podría destruir cualquier cosa que se encuentre a mi paso, y acabar con lo que siento. Pero no puedo, no soy lo suficientemente valiente como para hacerlo. No se puede, me guardo la ira.

Y es que cortarme no es algo que haga simplemente porque sienta dolor, si no porque hay momentos en los que no puedo contener lo que siento en los que hay una presión tan grande que cuando sale la sangre sale todo. O no porque quiera que salga algo, si no porque siento que a mi mismo cuerpo ya le hace falta, y es en esas veces que no siento el más mínimo de los dolores, en los que sólo me entretiene ver la sangre.

Nada tiene sentido.