martes, 26 de noviembre de 2013

Fantasma

No sé si leas esto... pero con este clima, te recuerdo y me haces falta, mucha falta. No hay día en el que no piense en ti, que no recuerde tu voz, tus ojos... me engaño a mí misma creyendo que todo va a pasar, que no me haces falta, que no te necesito, que todo el daño y el dolor que me causaste ya fue suficiente. 
Pero eres el gran amor de mi vida, mi primer amor, la única persona que me quiso en algún momento, que no le importó lo que yo fuera, lo inestable mental que fuese, los cortes de mis piernas, la persona que salvó mi vida con una sonrisa... 
Y todavía te lloro, ha pasado un tiempo, un duro y largo tiempo... me va mal en la escuela, ya reprobé cálculo... no soy la misma, no me sale eso de vivir sin ti, te busco en todas partes y no te encuentro, te busco en cada persona, todos me recuerdan a ti, alguien tiene tu sonrisa, otro tiene el color de tu piel, alguien más tu cabello... a veces voy por la calle y creo verte, a veces tengo la esperanza de toparme contigo cuando voy por ahí caminando, de voltear y encontrarte, de escuchar tu voz llamándome por mi nombre, a veces salgo de clases con la ilusión de verte en la entrada de mi escuela esperando por mí... 
y todo se muere cuando no te veo, cuando sé que no hay posibilidad, que usted, la persona a la que amo, ya no la tendré más conmigo , que te has ido de mi puerta y nunca más te veré parado en algún lugar esperando por mi, que ya no me vas a recibir con una sonrisa, con un abrazo, con beso y un cálido "Te Amo", que tomarás mi mano y me llevarías de vuelta a dónde tu quiseras ir.
Mi hogar, mi cálido refugio ya está cerrado, me quedé sola en una larga calle, que ya no hay nadie que me reciba alegre, que no tengo el calor, que la llama que mantenía vivo a mi charizard se apagó... 
No creo ganar nada, pero esta mujer, esta mujer se está muriendo de a poco sin ti, se muere de tu ausencia, de extrañar tus besos. Y yo mato, por una sola de tus caricias, porque me estrujes entre tus brazos y no me dejes ir, por que me des uno de esos besos en la frente que tanto adoro.
Muero por pasar un día contigo, por escuchar tu risa, por escuchar tus historias, oler ese aroma tan particular que tiene tu piel. Pero sueño mucho y me dejo llevar, los recuerdos ya no me bastan, necesito sentirte, sentirte vivo, sentir que estás conmigo, que te tengo. 
Yo sigo siendo tuya, sólo tuya, soy tu propiedad, y sé que cometo un posible error al decirte que si quieres regresar, yo te abriré la puerta, que si me necesitas estaré ahí, que correré a socorrerte... por que te pertenezco, porque te he dado todo de mi, te he dado todo sin excepción alguna, porque ya no tengo vida misma.
Tuya siempre.
Mivo

viernes, 22 de noviembre de 2013

El evernote sin valor.

12/octubre/2013
Destrucción masiva.

En el fondo sigo siendo la misma niña de 12 años que se corta, que se mata de hambre, que se muere en vida, que no se siente suficiente para nadie, ni para ella misma.
Las personas, tenemos nuestros métodos para destruirnos, algunos escogemos enamorarnos, otros escogemos el sexo, el alcohol, las drogas, los excesos, y otros, simplemente callamos, tragamos, vivimos de recuerdos.

No olvido, nunca olvido lo que me hace daño.

Los cortes, son más profundos, ya no son sólo "aruñadas de gato", la piel se me abre, en carne viva, me sangra hasta que me duele, me arde con el rozar de mi ropa, otra vez, una navaja es mi mejor amiga, estoy muerta, literalmente muerta.

Hace años morí.

Muerta.

Sola.
26/octubre/2013

A veces ya no sé ni en que año vivo, hay noches en las que me siento de 13 años, sola, encerrada en las 4 paredes de mi cuarto, planeando otro intento de suicidio, otras veces, hasta percibo los olores de mi cuarto cuando tenía 12 y estaba sola, entre cortes y llanto. La música vuelve, siempre vuelve.

Digo cosas que no entiendo por que las digo, a veces soy cruel con la gente, luego reacciono y me doy cuenta que no debía ser así y me disculpo diciendo que era un broma, por dentro no sé ni lo que dije.

Vuelvo a lo mismo, siempre retorno a las mismas cosas, a veces estoy más segura de tener 12 o 13 años que tener 18, creo que todavía estoy en mi último año de la primaria, que en el primer semestre de mi carrera, y luego reacciono, me hablan para hacer la actividad que más detesto: comer.

Le tengo más miedo al agua que en otras veces, es decir, me da miedo la lluvia, pero estos días tan lluviosos, me ponen de los nervios, quiero huir y encerrarme en una caja donde no veo ni escucho la lluvia, quisiera no saber que vivo en una ciudad costera, donde hay mar, y de noche quisiera no pensar en que corro un riesgo de que el mar se salga de su lugar: me aterra, me quedo dando vueltas en mi cama pensando en eso del mar.

Si me quedo encerrada en mi cuarto, suelo sentirme de 12 años, no sé que tiene esa edad para mí, no sé si era porque me sentía tan hueca como ahora o porque estoy peor y mi mente solo lo asimila como tener esa edad.

Contrario a todo eso, lo quiero, a él lo quiero, me estoy encariñando con ese sujeto tan excepcionalmente diferente al resto, que habla mi idioma, para el que yo soy un espejo y viceversa, lo quiero, lo quiero, de una forma sincera, de una forma en la que me da miedo que él me lastime y que yo pueda salir lastimada, lo quiero, por que su vulnerabilidad me hace quererlo , por que su extrañeza es mi normalidad, por que él me da tranquilidad, me pone nerviosa y me hace sentir eso que no había sentido en años: vida.

Su nombre, me parece el más perfecto, es como una especie de escultura, conozco su lado malvado, lo sé por que es el mismo que yo tengo, y no deja de ser un terrón de dulce, un ser adorable, alguien a quien de verdad quiero querer con intensidad.
28/octubre/2013

Me maravilla, estoy completamente maravillada de lo grandioso que es esto
*continúa*

Hoy estaba tan preocupada porque él, siendo tan despistado, planeaba no ir a la escuela a tomar una plática, o un taller que nos daba un valor del 5%, (debemos juntar 50%) fui temprano a la oficina de mi facultad a preguntar si aún quedaba cupo para alguna plática o taller, afortunadamente lo había, es un chico afortunado. Lo anoté; ahora faltaba lo mejor: tener que decirle que se presentara en la escuela a las 11:00 am, yo no tengo registrado su número de teléfono *debo pedírselo*
Por alguna razón del destino, él llegó antes a la escuela, justo a tiempo y entró a la plática a la que lo había anotado. Mi alma respiró.

Lo ví interactuar, participar, exponer sus ideas, sus respuestas ante los demás, y me maravillé, me enamoré de su mente, tan llena de conocimientos y en constante busca de ellos. De su manera tan apacible de ser, de llegar, andar... de las venas que recorren sus manos alargadas, me enamoré completamente de él, y mi corazón se salía de su lugar, una alegría inexplicable colmaba los rincones de mi ser, verlo era suficiente para darme cuenta de una cosa: Le quiero.

Al final salí primero del aula, decido "ignorarlo" un poco, quiero darle su espacio, pero ¿cómo hacer que él sepa que me interesa de verdad? ¿cómo decirle que de verdad me preocupo por él y su bienestar? ¿cómo pedirle que confíe en mí?.

Soy tan feliz, y me siento tan tranquila y segura cuando lo veo caminar hacia el puente de la universidad, con su andar desgarbado, lento, sin prisa, con sus audífonos que le aislan de los demás, escuchando cosas que a él le gustan y yo comparto con él.
Es inexplicable lo que siento cuando lo veo andar, me siento insegura de mí misma, como si estuviese al borde del acantilado, y al mismo tiempo, no me había sentido tan firme, no sentía mis pies firmes en la tierra justo como ahora, no veía el mundo, no abría los ojos, no experimentaba como lo hago hoy.

Estoy segura de que le quiero, y lo único que quiero es eso, darle mi carño.
30/octubre/2013

Él es un campo minado.

Y a pesar de que su frialdad me hiere, a pesar de su egocentrismo, le tendré paciencia, esperaré por él, seré muy paciente, más paciente de lo que he sido en muchos años.

Y el corazón duele, por que lo quiero, lo quiero mucho.
Dice no merecer mis favores, que son mucho, ¡yo no los hago pensando en eso! lo hago por que me preocupa, por que él me interesa como no me había interesado alguien en años.

Y puede ser el tonto más grande, puede tener mi cariño enfrente de sus narices y no quiere verlo.

No le pedí que se preocupara por mí, yo soy la que se preocupa por él.

Y la cabeza me dice que lo odie, que lo trate mal, otra parte espera y da lo mejor de si.

No me rendiré, no con él, no tan fácil.
31/octubre/2013

Creo que me enamoré.

Si su mirada hoy no hubiese sido tan fría, si en él hubiera un poco de calor y menos de frialdad.
Si el hecho de que me ignore no doliera tanto, si yo no lo quisiera.
Pero estoy jodida, lo quiero.

Y tuve que decirle "Whatever", darme la vuelta tan rápido que ni siquiera quise ver que rumbo tomaba.
Tenía que contener el llanto, me congeló el corazón, me congeló los sentimientos.
Y así como le quiero, le odio.

Entré a esa escuela para protegerme del amor, segura de que iba a fracasar en mis materias, de que no tendría tiempo de nada.
Y el amor me alcanzó, en forma de un hombre frío.
A lo que tanto le huía, me alcanzó.

Por más que quiero no sentir, por más que evito fijarme en él...
su mirar me atrapa, su sonrisa me atrapa, su andar... ¡Todo!
Y su defecto es ser congelante, y no darse cuenta de que me hiere.

No lo quiero lejos de mí, no ahora.
Ni en cien años.
Ni en mil.
No.
7/noviembre/2013

Hace dos días que aquella sombra que atacaba mi alma, terminó de dejarme por completo.
Me dejó, sola, quebrada, destruida.
Me mató.

No sé que pensar, me habla, no sabemos que somos, quiere seguir a mi lado, pero sé bien que no va a darme el lugar que me merezco, seguiré en el anonimato, como si fuera la otra, como si fuese un crimen estar conmigo.
Y una parte de mí lo quiere, y quiere creerle, pero la otra ya està cansada de ser lastimada y usada.
Divago.

No quiero volver, aunque me cueste trabajo, no volveré, no a ese infierno lleno de violencia y dolor.
No a mi propia destrucción.
Me cansé.

Y no sé ni lo que siento, le pude decir a mi alma gemela que lo amo, que me gusta un chico nuevo, que quiero a mi extraño y que al mismo tiempo me duele ser dejada por este pilar.

Era el cable de acero que me ataba con el mundo, lo que mantenía con vida (aunque estuviera más muerta)

Mente caótica.
11/noviembre/2013

Faltan horas...
y no lo veré, en unas simples y cuantas horas, es el cumpleaños del hombre que más he amado en mi vida, de mi primer amor, del gran amor de mi vida.
Cumple 20 años.
Y no estaré con él para apapacharlo, para mimarlo, para darle muestras de cariño y afecto, para darle algo que yo hubiese preparado con mis propias manos, por segundo año consecutivo, no voy a estar a su lado para recordarle lo especial y hermoso es que él, mi persona más preciosa esté en este mundo.

Y lo amo, mi corazón late por él.
Mi inspiración y mi destrucción,
mi cable, mi ancla,
mi guía,
mi luz, mi sombra,
mi fuerza y mi debilidad,
mi todo.

A decir verdad, la idea de estar totalmente separada de él se me hace completamente inconcebible, hay momentos en los que sólo quiero correr a buscarlo, y decirle que le amo, que es mi vida, que no lo dejaré ir, que me quedaré con él por siempre, que pase lo que pase me estaré a su lado y seré su pilar, su apoyo, su descanso.
Es que ¿cómo puedo concebir mi vida sin él? ¿cómo pretende mi corazón seguir latiendo si no tiene un motivo por el cual hacerlo?, él quién me hizo conocer la parte más profunda de mi ser, quién me llevó al abismo más profundo, quién me pone en lo más alto y me lleva a la cima del gozo, de la felicidad y de la misma dicha.

Y no lo tengo conmigo, el destino me lo arrebato de mi lado, de mi cariño.
me dejó sola.
y muero.

Muero de amor por él, por que sólo soy capaz de amarle, con verdadera vehemencia, con locura.
Con aquel amor que va más allá de mis razones, de mi lógica, de mis creencias.
Con tal intensidad, propia de un tiffón, de un tsunami que arrasa con todo.
De fuerza tan demoledora que puede derribar cualquier rascacielos.
Con una potencia capaz de impulsar un barco carguero.

Y tengo un límite: la separación.
¿Cómo puede mi alma separarse de la suya? ¿acaso no sabe que parte de ella le pertenece y se la llevó consigo mismo?
si yo sé que mi vida misma, los latidos de mi corazón le pertenecen; que cada centímetro de mi piel es un mapa trazado por sus dedos.
Mi carne, mis huesos, mi sangre, mi cabello... soy suya.

Yo le amo, y no lo tengo conmigo.

Las notas anteriores salieron de mi Evernote, es una especie de diario personal o algo así, decidí publicarlo porque me estaba matando, porque ese hombre que tanto me gusta, del que hasta sus venas me parecen hermosas, es lo más cercano a lo inalcanzable que he tenido.

Me preocupa no poderle hacer entender lo mucho que le quiero, que de verdad le profeso cariño y admiración sinceros, que me ilumina el mundo, que destierra mi oscuridad, que es alguien a quién no pedí querer o conocer, con quién me tope por pura casualidad, que desde que lo vi cruzar el umbral de la puerta del aula en la que tomamos clases en la universidad, sentí algo diferente, que desde esa vez mis mejillas se ruborizaron...
Y mis palabras no alcanzan, a la mujer que te escribe poemas, ya no le alcanzan las palabras para hablar de ti, de lo profundo de mis sentimientos, que no sé si algún día puedas recibir o yo te pueda mostrar.
Y lloro.
Él no tiene idea del miedo que tengo de no verlo en vacaciones, de que no verlo por un mes o quizás más es un suplicio total, que sus ojos, su andar, el cabello, sonrisa... me llenan de mar.
No sabe de esa seguridad que siento al verlo caminar, al verlo inhalar y exhalar aire, al saber que respira y que existe.

Mi felicidad consistía en verlo de lejos, pero ahora no soy ni capaz de mirarlo, no tengo el valor pra voltear a ver sus ojos, o a ver su cabello... no tnego valor para ninguna de esas cosas.

sábado, 21 de septiembre de 2013

¡Aún sigo con vida!

 
Por hoy basta de cartas, trasladarlas a este medio es una especie de verdadero gozo y sufrimiento, la letra que tiene "Mivo" es casi imposible de leer.
Así que mi trabajo con jeroglíficos termina por hoy.
 
Mi filosofía de vida es una: Ama objetos y usa personas.
Suelo verme a mí misma en el final de mi vida, como si la adultez fuese la muerte de quién quiero ser y de lo que represento, como la muerte mis propias ideas, de mis ideales.
Estoy en el comienzo de una etapa que acabo con todo aquello que quería lograr, para que la vida con su forzada manera de arreglar las cosas, me pusiera en un camino que no contemplé.
Del amar objetos, he aprendido que la necesidad más básica debe ser cubierta, y cuando algo ha sido finalmente saciado, podemos deshacernos de aquello que tanto “solíamos amar”.
Por otra parte, amar personas es algo completamente complicado, incluso difícil de comprender, el amor por una persona es algo que debería ser visto como masoquismo, es una especie de muerte, debe ser considerado suicidio.
Pero incluso aquí, sentada, escribiendo esto, no dejo de pensar en algún maravilloso ser que ha de resplandecer lo suficiente como para poder captar la atención de está cascarrabias adicta a los amores destructivos.
Estando aquí, mi pensamiento se dispara hacia otro lado , veo por mi ventana y me topo con una escena que me gustaría compartir con alguien más que no sea yo misma. Veo la noche y mi mente viaja, a donde quiera que se encuentre esa persona, a la acción que este ejecutando.
Soy presa fácil de mi enemigo número uno: Del amor, y no quiero decir con esto que yo esté enamorada, eso sólo lo podré comprobar dentro de dos meses más.
 
 
 

Carta III

Creo que no pensaba en poder aburrir algún día con una de mis cartas, y aquí me tienes: tratando de explicarte algo que no tengo ni la menor idea de lo que pueda ser, cumpliendo el mero capricho de escribirte cartas.

Probablemente lo haga con la intención de brindarte material suficiente sobre mí misma, y es que estoy segura de que eres la persona adecuada para poder escribir lo que te he comunicado de todas las formas que yo creo y considero posibles.

También puede resultar una buena oportunidad para ir mostrando las cosas que te compuse cuando eras mi "muso", cabe decir que a ninguna persona le he escrito tantas cosas, de hecho eres algo así como el primer ser humano al que le he compuesto algo formalmente.

Soy consciente como para saber que en el momento que leas todo aquello de lo que te estoy hablando vas a entrar a mi parte más personal y privada, dónde mis sentimientos fluyen y sólo existe una hoja, la tinta y yo; en este momento no puedo decir lo mismo, ya que se trata de una carta o por lo menos eso quiere ser.

Había considerado enviarte esta y las demás cartas que pueda yo escribir a tu lugar de residencia, pero hablar contigo de cualquier forma lo sigo considerando un límite, me priva del inmenso placer de ver tus expresiones y por supuesto, de verte a la cara mientras intento mantener alguna conversación entre los dos.

Si mi carta no sigue el modelo convencional, es por rebeldía.

Mivo.
 
 
Carta II
 
¿Sabes cuánto tiempo he estado esperando el momento de tomar la pluma y el papel?
Eso quiere decir, que me decidí a hacerlo sin importar qué, ¿soy egoísta?, creo que tu sabes más acerca del egoísmo que yo, y sabes perfectamente de que hablo.
 
En un mes, pasé de tener una dicha absoluta por haber creado el mejor recuerdo contigo, a morir en vida, a consumirme en trastornos y quién sabe cuantas cosas más. me llevaste hasta esto, a odiarme, a odiar el cuerpo que yo creí que te gustaba (cada vez que recuerdo esto me río) pienso y me califico a mí misma como una estúpida, accedí a darte el perdón, porque sabía que era el final para mí, el final de mi vida.

Sé que en toda la carta parecerá que te estoy culpando de mis enfermedades, de mi desequilibrio e inestabilidad mental, y por en pocas palabras haberme matado, ¿pero qué puedo hacer? sólo hiciste más grandes mi deseo de morir en vez de disminuirlo.
Ignoraste cada cosa que te suplicaba, hasta el final, me dejabas sola todos esos viernes que yo tanto te necesité, me ignorabas, me negabas, incluso me ocultabas.

¿A dónde se fue el hombre del que me enamoré?, ¿dónde esta ese joven de hace 3 o 4 años que tanto me amaba?, ese que sí esperaba por mí, que no tenía miedo de decirle a todo el mundo que yo era la mujer que amaba.
Creo que yo te destruí, te convertí en un monstruo, en aquel que al final rompió su promesa e hizo lo que nunca haría.


Sabías que yo te amaba, ¿por qué lo hiciste?, creía en ti, confiaba en ti y tú simplemente lo hacías, te olvidaste de mí y de todas tus promesas, ¿le prometiste algo? si me hubieses amado como yo quería, esto no habría pasado, tú y yo seríamos felices en este momento, pero escogiste lo contrario, escogiste enviarme a mi propia tumba, y lo conseguiste.

Te amé hasta el último momento, te amaba mucho más mientras escribí esto, te amé cuando me rompiste el corazón, cuando me dejaste sola, te amaba mucho y por todo, aunque fuera doloroso, yo de verdad te amaba, daba todo de mí por ti, daba la cara por ti, aguantaba frío, lluvia, horas de espera sólo por ti, porque yo te guardaba un gran amor.

Quería calentar tu corazón, hacerte feliz toda la vida, que tú finalmente algún día pusieras tu semilla en mí y dar fruto contigo, florecer juntos, yo sólo quería pasar el resto de mis días contigo, tomar tus manos hacerte saber cuanto te amo, ¿era mucho pedir?

El dolor que sientes por mi ausencia, es lo que sentí por más de un mes, a diario por tu traición, así de muerta me dejaste, por eso no soporté más, no quería ser la burla de ella, no quería ser tu burla, ¿querías matarte de la vergüenza? intenta vivir con esto y dime si la vergüenza es apenas nada.
Vive sin mí, el tiempo que puedas, que si regresas a ella yo lo sabré y los veré, te acordarás de mí, cada vez que la veas, que la toques. En cada mujer que veas, sólo serás capaz de verme a mí.

¿Querías matarte? espero que ahora seas capaz de siquiera intentarlo.
¿Me amas? ¿me amabas?, sabes que en donde quiera que yo esté, te estaré amando mucho más, y esperaré por ti, hasta el último de tus días, para reunirme contigo.

                                                           Mivo.

*Esta, es una carta escrita después de los trágicos sucesos que llevaron a la mujer llamada "mivo" al desquicio y límite de su cordura, fue escrita después de que aquel amor desapareciera de su vida y se llevara todo de ella.
*Las cartas que prosiguen, son a un amigo de ella. Nunca se las pudo entregar. Ella aún las conserva.

viernes, 14 de junio de 2013

Carta I

                                                                                                                        14 - Junio -2013
Una de tantas...

Realmente ya perdí la cuenta de las cartas que te escribí, de forma regular eran para expresarte cuanto te amo o amaba. Esta serie de cartas, serán diferentes, me iré despidiendo de ti en cada una de ellas, cuando termines de leerlas, sabrás porque me voy.

A veces estaba tan segura de creer en todo, otras simplemente era arrojada hacia la nada, dónde no existías tú, dónde no estaba tu supuesto amor, donde había caricias frías y creía que todo era normal, que era lo correcto.

No siento nada cuando te beso, y discúlpame por no habértelo dicho antes, creí que era algo que se podía arreglar, que si buscaba podría sentir lo mismo que antes, que mi estómago se volcará en mariposas, una corriente eléctrica recorriendo mi espina dorsal, erizar mi piel... eso ya no existe más en mí, cuando me besas o te beso, sólo siento que es una obligación.
Espero en lo profundo de mi ser, no lastimarte con esto.

Simplemente hoy ya no pude más, vivir acostumbrada al dolor y a la incertidumbre de no saber si te tengo o no, me cansé de tener una decepción tras otra, me cansé de ya no creerte, me cansé de lastimarme yo sola con mis dudas.

Es por eso que al final de mis simples letras, irá quedando usted libre de mí, y yo lo iré sacando de mi vida, lo iré alejando despacio, para que no lo sienta yo tanto.


                             Sea feliz de la forma que quiera, con quién más le guste.

                                                                      Mivo. 

sábado, 12 de enero de 2013

Corazón que late...

Suelo dejar este blog algo abandonado, a la poca gente que de vez en cuando lo lee, les pido una disculpa, no siempre hay algo bueno que contar... de verdad.

Sentirse enamorado es la cosa más usual del mundo, me estoy acostumbrando un poco a la idea de que enamorarse es Ver a alguien y padezco de algún mal porque probablemente soy invisible para la persona que veo desde hace algún tiempo.
Hay alguien que me sigue viendo después de muchos problemas y luego de tanto soy la única que pueden ver sus ojos, siento como si fuera traición el decidir ver a alguien más pero si aquella persona no es capaz de hacerlo, tampoco es muy bueno que yo siga haciéndolo, entonces, aunque me aferré a él por tiempo suficiente, es hora de finalmente dejarlo libre y que siga viendo a quien prefiera, me daré la vuelta y comenzaré a ver a quien me está viendo, es lo correcto y más aún, lo justo... no tengo por que esperarlo por más tiempo.

Sin embargo, estos últimos días, he llorado por él y sigo pensando que doy pena, no puedes perder algo que nunca fue tuyo, por lo que no pierdo nada si decido dejarlo atrás, al fin que todo es pasajero y nada en esta vida puede ser perfecto.

Realmente no tengo mucho que decir.

Si con las disculpas fuera suficiente, no existirían los policías ni las leyes.