sábado, 21 de septiembre de 2013

 
 
Carta II
 
¿Sabes cuánto tiempo he estado esperando el momento de tomar la pluma y el papel?
Eso quiere decir, que me decidí a hacerlo sin importar qué, ¿soy egoísta?, creo que tu sabes más acerca del egoísmo que yo, y sabes perfectamente de que hablo.
 
En un mes, pasé de tener una dicha absoluta por haber creado el mejor recuerdo contigo, a morir en vida, a consumirme en trastornos y quién sabe cuantas cosas más. me llevaste hasta esto, a odiarme, a odiar el cuerpo que yo creí que te gustaba (cada vez que recuerdo esto me río) pienso y me califico a mí misma como una estúpida, accedí a darte el perdón, porque sabía que era el final para mí, el final de mi vida.

Sé que en toda la carta parecerá que te estoy culpando de mis enfermedades, de mi desequilibrio e inestabilidad mental, y por en pocas palabras haberme matado, ¿pero qué puedo hacer? sólo hiciste más grandes mi deseo de morir en vez de disminuirlo.
Ignoraste cada cosa que te suplicaba, hasta el final, me dejabas sola todos esos viernes que yo tanto te necesité, me ignorabas, me negabas, incluso me ocultabas.

¿A dónde se fue el hombre del que me enamoré?, ¿dónde esta ese joven de hace 3 o 4 años que tanto me amaba?, ese que sí esperaba por mí, que no tenía miedo de decirle a todo el mundo que yo era la mujer que amaba.
Creo que yo te destruí, te convertí en un monstruo, en aquel que al final rompió su promesa e hizo lo que nunca haría.


Sabías que yo te amaba, ¿por qué lo hiciste?, creía en ti, confiaba en ti y tú simplemente lo hacías, te olvidaste de mí y de todas tus promesas, ¿le prometiste algo? si me hubieses amado como yo quería, esto no habría pasado, tú y yo seríamos felices en este momento, pero escogiste lo contrario, escogiste enviarme a mi propia tumba, y lo conseguiste.

Te amé hasta el último momento, te amaba mucho más mientras escribí esto, te amé cuando me rompiste el corazón, cuando me dejaste sola, te amaba mucho y por todo, aunque fuera doloroso, yo de verdad te amaba, daba todo de mí por ti, daba la cara por ti, aguantaba frío, lluvia, horas de espera sólo por ti, porque yo te guardaba un gran amor.

Quería calentar tu corazón, hacerte feliz toda la vida, que tú finalmente algún día pusieras tu semilla en mí y dar fruto contigo, florecer juntos, yo sólo quería pasar el resto de mis días contigo, tomar tus manos hacerte saber cuanto te amo, ¿era mucho pedir?

El dolor que sientes por mi ausencia, es lo que sentí por más de un mes, a diario por tu traición, así de muerta me dejaste, por eso no soporté más, no quería ser la burla de ella, no quería ser tu burla, ¿querías matarte de la vergüenza? intenta vivir con esto y dime si la vergüenza es apenas nada.
Vive sin mí, el tiempo que puedas, que si regresas a ella yo lo sabré y los veré, te acordarás de mí, cada vez que la veas, que la toques. En cada mujer que veas, sólo serás capaz de verme a mí.

¿Querías matarte? espero que ahora seas capaz de siquiera intentarlo.
¿Me amas? ¿me amabas?, sabes que en donde quiera que yo esté, te estaré amando mucho más, y esperaré por ti, hasta el último de tus días, para reunirme contigo.

                                                           Mivo.

*Esta, es una carta escrita después de los trágicos sucesos que llevaron a la mujer llamada "mivo" al desquicio y límite de su cordura, fue escrita después de que aquel amor desapareciera de su vida y se llevara todo de ella.
*Las cartas que prosiguen, son a un amigo de ella. Nunca se las pudo entregar. Ella aún las conserva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario