viernes, 12 de diciembre de 2014

Una pausa

No pudiera yo decirlo
de que forma me he fijado en ti.
Incluyendo esa manera tuya,
de hacerte el sutil.

Te he querido siempre,
aún cuando tu rechazo es inminente,
con todo y tu armadura,
aunque me dejes quemaduras.

De que jardín te escapaste,
capullo en flor,
miel en panal,
chocolate con leche.

Me dejas todo tan claro,
me has renovado,
sigues dando vida,
emanas calor.

Usted me da todo lo que pido,
dándome nada,
apenas sonriendo,
con una mirada,
eres pincelada,
de alegría y emoción.

Porque de este lado del colchón,
todavía te extrañan,
porque si volteas a verme,
salta mi alma.

No sé de dónde saliste,
cuando menos lo pensaba,
te tenía frente a mí, 
entorpeciendo mis días,
llenando de sol lo nublado,
acabando con el invierno,
mi primavera.

Y aquí seguiré, 
por si quieres caer, 
yo seré tu piso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario