martes, 9 de diciembre de 2014

Deja que se ahogue


Querida persona que lee esto:
Te escribo para contarte que estoy sumida en un profundo vacío, que estoy buscando de forma constante algo que me mantenga con vida. 
Me siento afortunada porque tengo buenos amigos que, cuando estoy con ellos, me hacen sentir bien, me hacen sentir viva. Pero cuando voy de camino a casa, sola, contando las líneas del piso, me doy cuenta de cuan sola me siento, de lo ahogada que estoy.

Y aunque repita siempre la misma palabra, no dejo de pensarlo: Todo es tan cutre.
Desde que me quedé sin lo único que me daba calma, paz y alegría, siento como si todo hubiera muerto en mí.

Anoche por momentos creí que se resolvería, pero no pasaba nada, sólo era dolor, tras dolor, porque joder, me culpo por haberlo querido tanto, por haberle dado lo mejor de mí, para que al final de cuentas me dejara como a una cualquiera.

Me siento eso, una cualquiera que no tiene valor, a la que le puedes sacar lo mejor de si misma porque te lo dará sin pensarlo y me hago preguntas. ¿De verdad era yo querida? ¿de verdad sus palabras eran ciertas? ¿alguna vez sintió amor por mí?, las respuestas no las tengo, las tiene él y si me las dijeran, no podría ni creerlas, porque de haber existido tal amor como el que él decía tenerme, no se habría acabado todo tan de repente.

¡Soy tan culpable! me remuerde mi conciencia de no haber respondido esa noche con las palabras correctas, de no haberme admirado como era debido, ¿por qué nací tan estúpida? ¿por qué tengo que ser tan caga todo? ¿por qué simplemente no le mandé un emoticono feliz? ¡ME JODE! ¡ME ODIO! me tengo un rencor tan grande, que si pudiera cada noche me destrozaría el hígado.

Es que cuando no lo tengo me siento tan vacío, me siento terriblemente mal, fatal.
Si tan sólo yo supiera que él la pasa igual de mal que yo. 
Si tan sólo supiera que él lee esto.
Si me dieran respuestas.

Pero estoy ahogada.
En mi nada.

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