miércoles, 4 de febrero de 2015

Una bolsa de sangre, grasa y huesos.

Me miro a mí misma, llena de frases.
Sus victorias externas no son más que el resultado de sus victorias internas.
moribunda en las ensoñaciones de quién quiero ser.
Mirando el multiverso, lleno de opciones.
tan lejos de lo que quiero, tan cerca de lo que busco, 
soy el fantasma de mis mejores años, 
soy el adiós que no se dijo, 
una triste noticia, un amargo saludo.

Me he quedado sola de a poco, 
me fui vaciando al dar, 
me queda la sangre, 
me quedan los huesos, 
y toda la grasa que habita en mi interior.

Como si fuera un monstruo, 
consumida por vicios, 
atascada en dolores, y en un hueco del que no podré salir.


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