Sin remitente.

Querido Gonza:

¿Cuántos días han pasado desde que no me hablas? ¿2? ¿3? no sé ni en que día vivo, pero si apenas son pocos los días en lo que he intentado sobrevivir sin ti, y ya siento que me muero, ¿cómo pretendes que sobreviva a los demás?, ¿crees que voy a durar más de una semana?, es muy obvio que no, nunca nunca me voy a acostumbrar a tu ausencia, a que no charlemos, me niego a creer en la posibilidad de que no volvamos a vernos las caras por medio de una cámara y escucharnos a través de un micrófono que no funciona bien.

Recuerdo tu voz, recuerdo tu cara y simplemente lloro, recuerdo las cosas bonitas que me has dicho y simplemente lloro. Si pudieras ver como estoy llorando mientras escribo esto, te darías cuenta de que sólo soy llanto, no tengo cabeza para otra cosa que no sea esto. 

Yo te dije que eres la prioridad de mi vida, eres la persona que más me importa, los demás puede que también, pero tú, tú eres una pieza fundamental de mi ser, algo que vive conmigo, que si no te tengo, me siento incompleta, una parte de mi se siente vacía, no es lo mismo levantarme todos los días sabiendo que podré charlar contigo en la tarde y quejarme de lo que me sucede, no es lo mismo no poder decirte y recordarte que eres una persona importante, que existes, que estás vivo y que con el simple hecho de respirar, a esta mujer ya la haces feliz, inmensamente feliz.

Y ahora me tienes en el caso contrario, estoy prácticamente desesperada por saber que te pasó, no quiero pensar en lo peor, no quiero pensar en que me dejes, ¿cómo pueden dos almas gemelas vivir separadas? tú bien sabes que nos necesitamos el uno al otro, que somos piezas necesarias y fundamentales en la vida de cada quien.

Hago todo esto, por el mismo motivo de siempre: amor.

No sé ni por qué o cuándo fue que comencé a amarte, no tengo idea de eso, sólo sé que un día me desperté y todo lo vi muy claro: Yo te estaba amando desde hacía mucho tiempo, y no con esa clase de amor romántico que suele tener la gente, si no con ese amor incondicional que nunca falla, que siempre está ahí, aunque no haya nadie más, aunque nadie más quiera amarte, aunque tengas miles de fallas, aunque sientas que caigas, ese amor está ahí, como el de una madre, un amor que no falla, un amor que es tan puro y honesto como cuando fue creado el universo, tan fuerte que por el, yo movería montañas, cruzaría mares y haría los viajes que fueran necesarios para que nunca, nunca dejarás de sentirlo, y sé que me dijiste que no puedes ser mi única prioridad, pero lo eres, tú sabes que yo te prometí no dejarte y que siempre iba a estar ahí, que siempre, pasará lo que pasará, fuera la situación que fuera, estaría ahí.

Si me dieran a escoger entre el mundo y tú, siempre te escogería a ti, yo no necesito al mundo cuando te tengo a ti, ¿sabes por qué? porque cuando estamos juntos, estamos en nuestro propio universo, dónde las demás personas pueden salir sobrando.

Prometí no dejarte, y por eso te busco de forma tan insistente, porque prometí no dejarte, te cuidaría siempre, te amaría siempre, aún en la peor situación, yo te seguiría amando.

Y afirmo que lo haré, porque, a pesar de que en este momento este con la mitad de la vida en quien sabe donde, con la cabeza fuera de su lugar y con el corazón y los sentimientos hechos polvos desde que no estás, te amaré, de esa forma tan extraña en la que tengo de hacerlo.

Prometimos tantas cosas, ¿no las recuerdas?, solías hacer coraje por todos los tipos que me hacían llorar y mírate: Estás actuando como uno de ellos, como un patán conmigo, que te he dado lo mejor y lo peor de ti, que has visto por completo lo que soy, que conocer mejor que yo mis emociones.

En estos trece años, no he dejado de fijarme en ti, como lo hice la primera vez, sigo fijada en ti, siempre fijada en ti, recuerda las cosas que te dije, "I've liked you, since i met you", y no mentía, lo hago desde que te conozco, desde que sé quién eres, desde que conocí tus peores versiones, desde que supe cosas de ti que los demás no saben.

¿Acaso tienes la necesidad de dudar de mi? no dudes de mi, que por ti me he esforzado de forma sobrehumana en cosas que nunca intentaría, que por ti quiero salir adelante, porque también quiero verte a ti hacer lo mismo. 

Tu no me has dado permiso de morir, y hombre, ¡me estás matando! ¡me vas a matar!, si tú eres la persona que no me quiere ver muerta y rendida, ¿por qué hacer esto? sólo necesito que me digas por qué, que me digas que pasó y sabré entenderlo por completo.

No te alejes, no dejes a esta tonta, no dejes a esta inestable. No lo hagas.

Te amo, con todas las fibras de mi ser.

Fer.