martes, 13 de mayo de 2014

Carta a un ser de otro planeta.

Querido Iván.
No tengo la menor idea de cómo expresar lo que siento y lo que me pasa en estos momentos por la cabeza y por el corazón. Siento como si fuera a reventar de sentimientos, de todos ellos tan buenos, algunos de culpabilidad, pero en su mayoría, todos ellos llenos de un inconmensurable cariño.

Creo que he dado y encontrado la respuesta a todas las pistas que me ibas dejando a lo largo del camino, lamento y te pido una disculpa por haberme tardado tanto, por no haberme dado cuenta a tiempo, por todas esas atenciones agobiantes que sólo te hacían sentir mal, y que no es que "no merecieras", si no que no las querías, que más que hacerte sentir apreciado por mi, sólo te hacían sentir tonto, molesto e incómodo, como un "cachorro".

Si mis conclusiones son ciertas, y que en este punto, ya no tengo la menor duda de saber que es lo que en verdad eres, de conocer la verdad detrás de todo espero que puedas aceptar mis disculpas, que sé que para ti, en tu condición, no representan la gran cosa.

¿Cuántas veces quisiste que yo dejara de acosarte y de fastidiarte? ¿cuántas veces te hice pasar por momentos incómodos? ¿cuántas veces te expuse ante lo público? fueron muchas veces, y creí que hacía lo correcto, creyendo que eras un ser común, que con eso te haría reaccionar lo seguí haciendo, repetía las mismas escenas vergonzosas para ti, molestas y que te causaron malestares profundos.

Cuando te alejabas de mi, (como justo ahora lo estás) lloraba y me sentía mal, no comprendía en que punto había fallado, en que cosa había vuelto a decir algo mal, en si había vuelto a ser grosera contigo y no comprendía que lo que necesitabas era darte un espacio de mí, para poder soportar todas esas situaciones agobiantes que, día a día en la escuela yo te hacía pasar, en recargar tus pilas para no sólo poder lidiar conmigo, si no con todos los demás.

Y estoy apunto de estallar yo sola de todo el cariño que siento en este momento, de que no sólo me encariñe contigo (como una vez te dije) que he llegado a quererte, y en este momento, te quiero mucho más, que en el instante en el que de verdad descubrí quién eres te quise todavía más, que a pesar de todo ese devaneo tuyo, te seguiré queriendo.

Eres lo que vino a darle horma a mi zapato, aún hay cosas que de ti desconozco y que sé muy bien, no voy a descubrir de la noche a la mañana, todavía me hago preguntas sobre ti, me cuestiono si esa vez que me preguntaste si yo estaba bien de verdad fue por que te preocupé un poquito, o lo hiciste sólo por cortesía, hoy te digo, que sean los motivos que hayan sido en su momento, lo entiendo, te digo que respeto los motivos que te llevaron a querer saber, que no hayas precisado de mis explicaciones, que a tu forma hayas tratado de contribuir a hacerme salir de ahí. Por que estaba (y sigo estando) mal, te diste cuenta de eso desde la primera vez que me viste, y eso lo aprecio.

Sé que hay gente a quiénes amas, que no precisas o no planeas hacerme formar parte de ese grupo, pero mi muy querido Iván, aquí hay alguien que te acepta como eres, con todo lo que implica ser tan especial como tú, con los aspectos tuyos que hay que saber sobrellevar, yo te acepto, y no trataré de cambiarte, porque es algo que no puedo hacer, y que no deseo. Quiero que permanezcas en tu misma forma, que seas tú quién decida cuando si y cuando no.

Mi muy muy querido Iván, si algún día puedo volver a hablarte, si se me concede la oportunidad de volver a conversar contigo, las cosas serán muy diferentes, porque entonces ya estaré preparada, y no tendré exigencias, no llegaré a ti con mis carencias.

Que te encuentres bien.
Tuya.
MaryFer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario