domingo, 12 de julio de 2015

Faithfully

¿Por qué decidí llamar a la entrada con el nombre de una de las canciones de Journey? 
La respuesta es sencilla: Es lo que estoy escuchando y aunque voy a ser merecedora del odio de muchos, me gusta la versión que tiene Glee con Leah y Cory.
-Muere apedreada por el público-
Da igual, lo que aquí escribo son mis opiniones personales y tenía que decirlo. De hecho debo confesar que escucho más esa versión que la original. Pero no importa ese no es el caso. 
El punto es que literalmente quiere decir "Fielmente" (y si mi traducción esta errónea, pueden corregir, hago lo que puedo con el inglés); habla de lo duro que puede ser el tener un romance con un músico pero yo no la veo tanto de esa forma, la veo en general, lo complicado que puede ser tener algo con cualquier persona que ande en el camino.
De estar al final de cuentas, y sobre todo al final de cualquier camino, fielmente. Los motivos que tú tengas son válidos, el por qué has esperado tanto solamente tú lo conoces pero, si vas a permanecer ahí sin que nadie te obligue, si vas a poner todo tu amor en eso, me supongo que al final vale la pena.
Y digo "me supongo" porque en realidad no lo sé, no me ha pasado nunca en mi patética vida.

Creo que si pudiera describir mi vida en este momento sería con esa palabra: Patética.
Pero, ¿qué es patético?. Veamos:

Según la RAE: 
Patético,ca. 1.-adj. Que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía.

Según WordReference:
Patético,ca. 1.- adj. Que produce o manifiesta de manera muy viva los sentimientos, sobre todo de dolor, tristeza o melancolía.
2.- Grotesco, que produce vergüenza o pena ajena.

No pongo una tercera definición porque creo que ha quedado muy claro. 
Sí, experimento con especialidad intensidad en mi vida los sentimientos; sobre todo el dolor, la tristeza y la melancolía pero hago hincapié en la segunda definición de WordReference: "Grotesco, que produce vergüenza o pena ajena". No creo que esté por demás decir que todo en mi ser es grotesco; soy de apariencia y actitud grotesca. 

No pondré su definición porque creo que todos aquí entendemos que es algo "grotesco", puse patético porque es un término que muchas veces no se entiende bien.

Entonces imaginen a una mujer (porque aunque me pese, ya no soy una niña o una adolescente) de veinte años, que es de mal gusto para la vista y sobre todo que es pésima para tratarla. Porque mi actitud no ayuda mucho, está como podrida o algo así. Entonces es casi igual a echarse litros de repelente para la interacción social.

Es obvio que una persona así, da pena ajena a los demás.
Es como estar gritando a todo el mundo: ¡mírame! 
Y es como si todo el mundo dijera: Iugh, que asco. Pobrecita, alguien debería ayudarla.
Lo único malo es que nadie se detiene a ayudarme, pero tampoco estoy dispuesta a recibir la ayuda.
Sí, mi vida es un fango inmenso. Tengo veinte años y estoy tan lejos de alcanzar la estabilidad que tanto quiero.

Mi vida sentimental es un desastre.
Mi aspecto físico es un asco.
Mi actitud con el resto de la gente apesta.
Mis alucinaciones han vuelto (vaya, vaya).
Mi odio para conmigo misma ha aumentado considerablemente.
Todavía vivo de la apariencia de una persona que ya no soy.
Todo da vueltas sin sentido.
Quiero huir.
Tengo más fantasías en las que vivo sola que en las que soy feliz con alguien.
Me hace falta motivación.
Tengo más miedos que un niño de tres años que acaba de comer brócoli.
Sigo espantada de la soledad.
Me cuesta y me frustra tener que socializar.
Sigo priorizando cosas que no valen la pena.
Me siguen viendo la cara.
No he conseguido un empleo de verano (y creo que ya debo rendirme con eso).
Estoy exhausta de ver las mismas cuatro paredes.
Hago carreras para bajar de peso.
Hago cosas que no me gustan para darle gusto a los demás.
Voy a un curso que odio con todo mi ser.
Extraño a mis pocos pero creo que buenos amigos.
No quiero seguir llorando por las noches.
No quiero llorar cuando me estoy bañando.
No quiero salir huyendo de mi casa seguido.
Quiero dejar de pensar en cortarme.
No he podido tirar la navaja que cargo a todas partes.
Tampoco he podido dejar de odiar mis cicatrices viejas.
Pero tampoco las dejo de amar por hacerme quien soy.
Quiero dejar de tener miedo a cada alimento que me meto a la boca.
Quiero dejar de ser tan intensa con mis emociones.
Necesito dejar tener pensamientos y actitudes dicotómicos.
Debo dejar de ponerme a mí y a mis relaciones en cualquier límite.
Debo dejar de ponerlo a él como prioridad.
Sobre todo eso, debo olvidarme de él.
No puedo olvidarme de lo importante que es en mi vida.
Quiero dejar de contar calorías.
Quiero dejar de tomar más agua que decisiones.
Quiero no estar loca.
Quiero no estar herida.
Quiero no estar rota.
Quiero no estar sola.

Y esencialmente si pueden comprender esa lista, pueden comprender porque mi vida se resume a Patética. Yo no sé que es lo que está mal en mi pirámide de Maslow, ni siquiera sé si mi pirámide está "en orden", al menos la mía no es precisamente la original.

Por si acaso, creo que llevo diciendo desde los once o los doce años que soy una persona patética. Y aunque en ese entonces no sabía muy bien qué era ser una persona así, puede que haya sido una predicción del adulto en el que me iba a convertir ocho o nueve años en el futuro.

Yo vi el futuro. Seguía siendo la misma persona.

Aunque a mi psiquiatra le encanta decir que mi trastorno de personalidad me hace ser sumamente inestable e inmadura. Ni yo misma alcanzo a comprender los por qué de tantas cosas que hago.
¿Atención? Lo dudo, me ahoga que me pongan mucha atención. Creo que nunca he sabido por qué lo hago, es solamente que hay algo en mí que me hace querer hacer las cosas, podemos llamarlo impulso si quieren.

Pero es cierto, más del 80% de los actos de los que me he arrepentido, fueron obra del impulso. Al igual que esto mismo, al igual que las cartas que he enviado, todo lo que digo cuando siento el impulso, puede que a los pocos días me sienta bastante arrepentida. 
No se imaginan que tan arrepentida estaba de haber enviado todas esas cartas, lo que decía eran casi obscenidades disfrazadas de poesía y cantos de locura.

Aunque puede que sean las temporadas maníacas las que me tienen mal.
Los medicamentos casi no me están haciendo efecto. Sigo viendo cosas que se supone no debo ver. O al menos las imagino con los ojos abiertos y me quedo perdida por algún que otro instante.

Nada marcha bien. Nada me funciona.
Y aquí estoy, esperando fielmente a que todo esto acabe.
La playa de mi ciudad. Foto: Ángel Tamáriz.

Les dejo un link que les llevará a mi página de Ask. Pueden preguntarme lo que sea, hasta por qué el brócoli es verde. Siempre responderé.
http://ask.fm/MaryFerRc

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