Siempre me haces falta querido...
Me haces falta para recordarme quién soy,
porque hay noches en las que me pierdo.
Vacío es lo que se forma en mi corazón,
ese hueco que siento en el estómago cuando me abrumo,
cuando miro al cielo y a pesar de la lejanía,
sé que tú puedes ver exactamente lo mismo que yo.
Me haces mucha falta querido,
cuando veo películas que me gustaría compartir contigo,
cuando lloro y no tengo tu hombro para secarme el llanto,
cuando río y no tengo a quién pegarle.
Me conformo con fantasías,
en todas ellas estás tú, está tu sonrisa,
está tu desmarañado cabello,
en todas veo tu cálido mirar.
Que hermoso sería poder sólo vivir de ellas,
me gustaría no sentir el golpe de la realidad,
esa que me recuerda lo lejos que estás,
es en la que no te puedo abrazar.
Y siento que caigo,
me estoy yendo en el pozo del miedo,
porque no quiero perderte,
porque me da miedo alejarte.
Quiero que pasen otros 10 años más,
que ese día me mires y luego de 23 años,
estés seguro de que yo no me iré,
que te des cuenta que siempre estuve ahí.
Quiero tener 39 años y verte como el primer día,
amarte como la primera vez,
tomarte y entregarte todo lo que tenga,
sentirte a ti y tus manos.
Querido mío, usted no entiende,
para usted soy invisible,
después de 13 años, sigo siendo la misma,
la niña que se rió de ti por tu estatura,
la que se preocupó por ti cientos de veces,
la que te abría los refrescos.
Querido mío, sigo estando aquí,
de pie junto a su puerta, esperándolo,
hasta que usted quiera salir,
o me deje entrar.
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